La Tesis Alcista de Bitcoin (Parte 4 de 4)

Ideas falsas, riesgos reales y conclusión

Vijay Boyapati
12 min readMar 22, 2018

Las tres primeras partes de esta serie se han centrado en la naturaleza monetaria de Bitcoin. Con esta base podemos ahora analizar algunos de los errores y malentendidos más comunes sobre Bitcoin.

Bitcoin es una burbuja

Bitcoin, como cualquier bien monetario regido por el mercado exhibe una prima monetaria, es decir, un sobreprecio sobre su valor “fundamental” (que deriva solo de su utilidad) Esto da alas a la crítica frecuente: “Bitcoin es una burbuja”. Sin embargo, todos los bienes monetarios muestran la prima monetaria; es más, es un rasgo característico del dinero. En otras palabras, podríamos decir que el dinero es siempre y en todas partes una burbuja. Paradójicamente, un bien monetario puede ser una burbuja y a la vez estar infravalorado, cuando está en las primeras etapas de su adopción como moneda.

Bitcoin es demasiado volátil.

La volatilidad del precio del Bitcoin es una consecuencia de su juventud (N.T. el bloque génesis de la cadena de Bitcoin y con él los 50 primeros bitcoins, fue minado el 3 de enero de 2009). Durante los primeros años de su existencia Bitcoin se comportaba como las acciones de baja capitalización y alto riesgo (penny stocks). Cualquier gran comprador -por ejemplo los gemelos Winklevoss- podía provocar un gran pico de precio. A medida que su adopción y liquidez se han incrementado con los años, la volatilidad de Bitcoin ha descendido considerablemente. Cuando Bitcoin alcance una capitalización de mercado similar a la del oro, mostrará un nivel de volatilidad similar. Si sobrepasa dicha capitalización, su volatilidad se reducirá tanto que permitirá el uso generalizado como medio de pago. Como ya hemos indicado, la monetización de Bitcoin ocurre en una serie de ciclos de Gartner. La volatilidad es baja durante la fase de meseta, mientras que aumenta durante las fases de euforia y desilusión. Cada ciclo tendrá menos volatilidad que los anteriores debido a que la liquidez del mercado se incrementa en cada iteración.

Las transacciones son muy caras

Una crítica reciente a la red Bitcoin es que no es un medio de pago apropiado debido al incremento del coste de transferir bitcoins. Sin embargo, este encarecimiento es saludable y esperado. El coste de una transacción es necesario para pagar a los mineros por mantener la seguridad de la red al validar las transacciones. Los incentivos económicos para los mineros son los pagos por transacciones y la recompensa de cada bloque (un número decreciente de nuevos bitcoins que se crean con cada bloque minado). La recompensa es un subsidio inflacionario soportado por los actuales poseedores de bitcoins.

Estas recompensas están programadas para disminuir hasta desaparecer según un calendario preestablecido. Esta inflexible política monetaria lo convierte en un almacén de valor ideal y tiene como consecuencia que la seguridad de la red deberá mantenerse únicamente con los pagos por transacción. Una red con costes “bajos” es una red con poca seguridad y susceptible a ataques o censura externa. Quienes promocionan los bajos costes de otras monedas alternativas a Bitcoin (alt-coins), sin saberlo están promocionando su debilidad.

La raíz superficial de la crítica a Bitcoin por sus “altos” costes de transacción es la creencia de que Bitcoin debe ser primero un sistema de pagos y luego un almacén de valor. Como vimos al hablar de los orígenes del dinero, esta creencia coloca el carro por delante del caballo. Solo cuando Bitcoin se establezca sólidamente como un almacén de valor, pasará a ser un medio de pago útil.

Cuando el coste de oportunidad de vender o comprar bitcoins descienda a un nivel que lo haga apropiado como moneda de cambio, la mayoría de las transacciones no se ejecutarán en la red Bitcoin sino en redes secundarias con costes más bajos. Las redes secundarias (o segunda capa), como la red Lightning, son el equivalente moderno de los pagarés que se utilizaban para transferir títulos de propiedad de oro en el siglo 19. Los bancos utilizaban pagarés porque mover los lingotes era mucho más costoso que transferir una nota representando el título de propiedad del oro. A diferencia de los pagarés, la red Lightning permitirá la transferencia de bitcoins con un coste mínimo y sin necesidad de confiar en un banco como intermediario. El desarrollo de la red Lightning es una innovación técnica profundamente importante en la historia de Bitcoin, y su valor se hará aparente a medida que es desarrollada y adoptada en los próximos años.

Competencia

Al ser un protocolo de software de código abierto, cualquiera puede copiar el código fuente de Bitcoin e iniciar una red similar. Con el paso de los años han surgido muchos imitadores, desde copias como Litecoin hasta complejas variantes como Ethereum, que promete ejecutar contratos inteligentes arbitrariamente complicados en un sistema informático distribuido. Una crítica común a Bitcoin es que no puede mantener su valor si se pueden crear cadenas competidoras más modernas y con más funcionalidad tan fácilmente.

La falacia del argumento es que las hordas de competidores que se han creado a lo largo de estos años carecen del “efecto red” de la primera criptomoneda. El efecto red, es decir el valor adicional de Bitcoin por ser la red dominante, es una ventaja fundamental, como lo ha sido para todas las tecnologías que muestran esta característica (por ejemplo el teléfono, el email, Internet…).

El efecto red en Bitcoin abarca la liquidez de su mercado, el número de personas que lo poseen, su imagen de marca y la comunidad de desarrolladores que lo mantienen y mejoran. Los grandes inversores, incluyendo las naciones estado prefieren los mercados más líquidos, en los que pueden entrar y salir sin afectar el precio. Los mejores desarrolladores son atraídos por la comunidad de desarrollo con estándares más altos, y al integrarse en ella aceleran el círculo virtuoso que refuerza la comunidad. El reconocimiento de la marca Bitcoin se realimenta porque la competencia siempre se menciona dentro del contexto del propio Bitcoin.

Una bifurcación en el camino

Una tendencia al alza en 2017 fue imitar no sólo el software de Bitcoin, sino copiar además toda la historia de transacciones: la famosa cadena de bloques (blockchain). En el proceso conocido como bifurcación (fork) la cadena de bloques se copia hasta un cierto momento a partir del cual las dos redes se separan. De esta forma la competencia de Bitcoin solucionó el problema de cómo distribuir la moneda a una gran base de usuarios (y así disfrutar del efecto red).

La bifurcación más significativa ocurrió el 1 de agosto de 2017 cuando un grupo de inversores y empresas crearon una nueva red conocida como Bitcoin Cash (o BCash). Al momento de la bifurcación, el 1 de Agosto de 2017, el dueño de una cantidad N de bitcoins pasó a tener adicionalmente una cantidad N igual de monedas BCash. La pequeña pero vocal comunidad de proponentes de BCash ha intentado sin descanso apropiarse de la marca Bitcoin, llamando a su red Bitcoin Cash y a través de campañas mediáticas para convencer a los neófitos en el mercado de que su moneda es el bitcoin verdadero. Estos intentos han fallado estrepitosamente como refleja la capitalización de mercado de las dos redes. De cualquier forma, para los nuevos inversores existe un riesgo aparente de que un competidor clone Bitcoin y su cadena de bloques, consiga sobrepasar su capitalización de mercado y llegue a convertirse en el Bitcoin de facto.

Se puede extraer una regla importante de las mayores bifurcaciones de las redes Bitcoin y Ethereum. La mayoría de la capitalización de mercado se quedará en la red que mantenga la comunidad de desarrolladores más activa y de mejor calidad. No olvidemos que aunque Bitcoin es un dinero incipiente, es también una red de software muy complejo que hay que mantener y mejorar. Comprar monedas de de una red con el soporte de unos pocos programadores sin experiencia es como comprar un clon de Windows sin el respaldo de los desarrolladores de Microsoft. Parece claro viendo la historia de las bifurcaciones ocurridas el último año que los mejores científicos informáticos y los más expertos criptógrafos están comprometidos a desarrollar el Bitcoin original, no la creciente legión de imitadores engendrados a partir de su ADN.

Riesgos reales

A pesar de que las críticas más comunes a Bitcoin vistas en los medios y en economistas profesionales están fuera de lugar y se basan en una comprensión incorrecta del dinero, existen riesgos reales y significativos al invertir en Bitcoin. Antes de considerar invertir en Bitcoin, un inversor prudente debe comprender y sopesar estos riesgos.

Riesgo del protocolo

En el futuro podría encontrase algún error de diseño en las bases criptográficas a partir de las cuales se ha construído el protocolo Bitcoin, o puede que el desarrollo de la computación cuántica lo haga inseguro. Si una falla en el protocolo o un nuevo tipo de ordenador hiciera posible comprometer el cifrado criptográfico, la fé en Bitcoin puede verse seriamente afectada. El riesgo del protocolo fue máximo en los primeros años del desarrollo de Bitcoin, cuando ni siquiera los más expertos criptógrafos estaban seguros de que Satoshi Nakamoto hubiera hallado la solución al problema del General Bizantino. Las preocupaciones sobre fallas serias en el protocolo Bitcoin se han disipado con el paso de los años, pero dada la naturaleza tecnológica de Bitcoin siempre existirá un cierto riesgo del protocolo, aunque con probabilidad baja.

Cierre de los mercados cambiarios

Al ser descentralizado por diseño, Bitcoin ha mostrado un nivel de resistencia destacable ante los numerosos intentos de regulación o cierre por parte de distintos gobiernos. Sin embargo, los mercados donde se compra y vende Bitcoin por monedas fiat son centralizados y susceptibles a regulaciones o cierres. Sin estos mercados y la disposición del sistema bancario de hacer negocios con ellos, el proceso de monetización de Bitcoin puede verse severamente afectado si no detenido por completo. Aunque existen otras fuentes de liquidez para Bitcoin, como los mercados alternativos (OTC) y los mercados descentralizados para la compraventa de Bitcoin como localbitcoins.com, el proceso principal de actualización del precio ocurre en los mercados cambiarios con mayor liquidez, los cuales son todos centralizados.

El arbitraje jurisdiccional permite mitigar el riesgo de cierre de un mercado cambiario. Binance, un prominente mercado cambiario que tuvo sus inicios en China, se mudó a Japón después de que el gobierno Chino cerrara sus operaciones dentro de su territorio. Muchos gobiernos nacionales son reacios a asfixiar una industria naciente que podría ser tan estratégica como internet, y además ceder esa enorme ventaja competitiva a otras naciones.

Solo un cierre coordinado a nivel global de todos los mercados cambiarios de Bitcoin detendría por completo el proceso de monetización. Bitcoin corre contra reloj para lograr un nivel de adopción tan amplio que cerrarlo por completo sea políticamente irrealizable, como lo sería el cierre total de internet. Aún así la posibilidad de dicho cierre sigue siendo real y debe tomarse en cuenta entre los riesgos de invertir en Bitcoin. Como se mencionó en la sección sobre la entrada al mercado de las naciones estado, los gobiernos nacionales han comenzado a darse cuenta de la amenaza que una moneda digital, no soberana y resistente a la censura, representa para sus políticas monetarias. Queda en el aire la pregunta sobre si los gobiernos actuarán ante esta amenaza antes de que Bitcoin esté demasiado arraigado para que la acción política sea inefectiva.

Intercambiabilidad

La naturaleza abierta y transparente de la cadena de bloques de Bitcoin hace que sea posible marcar ciertos bitcoins como “dinero sucio” por haber participado en actividades ilegales. Aunque la resistencia a la censura de Bitcoin permita transferirlos, si los gobiernos prohiben el uso de esos bitcoins marcados, el mercado podría rechazarlos, anulando en la práctica su valor. Bitcoin perdería una de las propiedades más importantes de un bien monetario: su intercambiabilidad, es decir, que cualquier moneda sea indistinguible del resto.

Para mejorar la intercambiabilidad de Bitcoin harán falta cambios en el protocolo que mejoren la privacidad de las transacciones. Hay nuevos desarrollos en esta línea, liderados por las criptomonedas Monero y Zcash, pero será necesario sopesar las contrapartidas técnicas entre la eficiencia y complejidad de Bitcoin y su privacidad. La pregunta sigue abierta: ¿Podrá mejorar la privacidad de Bitcoin sin comprometer su utilidad como moneda?

Conclusión

Bitcoin es una moneda incipiente, en evolución desde el estado de coleccionable hacia el de depósito de valor Como bien monetario no soberano (no dependiente de ningún estado nación) es posible que en algún momento del futuro se convierta en una moneda global, muy parecida al patrón oro en el siglo XIX. Esta adopción como moneda global es precisamente la tesis alcista de Bitcoin, y ya fue formulada por Satoshi Nakamoto en 2010, en una intercambio de emails con Mike Hearn:

Si imaginas que se empieza a usar para una fracción del comercio mundial, y solo habrá 21 millones de monedas para todo el mundo, debería tener un valor mucho mayor por unidad.

Hal Finney, el brillante criptógrafo y receptor de los primeros bitcoins que envió Nakamoto, puso en cifras esta idea poco después del anuncio de la primera implementación funcional de Bitcoin:

Imagina que Bitcoin tiene éxito y se convierte en el principal medio de pago del mundo. Entonces el valor total de la divisa debería ser igual al valor de toda la riqueza del mundo. Las estimaciones actuales de la riqueza familiar mundial que he encontrado oscilan entre 100 y 300 billones de dólares, lo que otorga un valor de alrededor de 10 millones por moneda.

Incluso si Bitcoin no llega a convertirse en una moneda global totalmente desarrollada y solamente compite con el oro como almacén de valor no estatal, está drásticamente infravalorado. Dividiendo el valor total del oro extraído (aproximadamente 8 billones de dólares) entre el número máximo de 21 millones de bitcoins que pueden existir, resulta un valor aproximado de 380.000 dólares por bitcoin. Como hemos visto al analizar los atributos que convierten a un bien monetario en un buen almacén de valor, Bitcoin es superior al oro en todas las dimensiones excepto en cuanto a historia establecida. A medida que avanza el tiempo y el efecto Lindy se afianza, la historia establecida dejará de ser una ventaja competitiva Por eso es razonable esperar que Bitcoin se aproxime, y quizás sobrepase, la capitalización del mercado del oro durante la próxima década. Una crítica a esta hipótesis es que una gran parte del valor del oro proviene de su uso por los bancos centrales como reserva de valor. Para que Bitcoin sobrepase la capitalización del oro será necesaria la participación de naciones estado. Aún no está claro si las democracias occidentales almacenarán bitcoin; por desgracia es más probable que los dictadores de medio pelo y las cleptocracias sean las primeras naciones en entrar al mercado.

Incluso si ninguna nación estado invierte en Bitcoin, el pronóstico sigue siendo alcista. Como depósito de valor no estatal y usado solo por inversores minoristas e institucionales, Bitcoin está al principio de la curva de adopción: la denominada mayoría temprana está entrando ahora al mercado, mientras que la mayoría tardía y los rezagados tardarán aún años en llegar. Un precio entre 100.000 y 200.000 dólares es factible con una participación más amplia de minoristas y, en mayor grado, de inversores institucionales.

Tener bitcoins es una de las pocas apuestas asimétricas en la que cualquier persona del mundo puede participar. Como en las opciones de compra, el lado negativo de la apuesta se limita a perder lo puesto, frente a la posible ganancia de multiplicarlo por 100 o más. Bitcoin es la primera burbuja global cuyo tamaño y alcance solo está limitado por el deseo de los ciudadanos del mundo de proteger sus ahorros de las veleidades de la no-gestión económica de los gobiernos. De hecho, Bitcoin surgió como un fénix de las cenizas de la catástrofe financiera global de 2008, una catástrofe provocada por las políticas de bancos centrales como la Reserva Federal.

Más allá de las implicaciones financieras de Bitcoin, su ascenso como almacén de valor no estatal tendrá consecuencias geopolíticas profundas. Una divisa de reserva global y no inflacionaria forzará a las naciones estado a cambiar su mecanismo de financiación principal: si eliminamos la inflación solo quedan los impuestos, que son mucho menos aceptables políticamente. Los estados encogerán su tamaño de forma proporcional al desgaste político por esta transición a los impuestos como única vía de financiación. En otro ámbito, el comercio global se liquidará de una forma que satisfaría la ambición de Charles de Gaulle de que ninguna nación esté privilegiada frente al resto:

Consideramos necesario que el comercio internacional se establezca sobre un patrón monetario indiscutible, tal como era antes de las grandes desgracias del mundo, y que no lleve la marca de un país en particular.

Dentro de 50 años, ese patrón monetario será Bitcoin.

Reconocimientos

Quiero agradecer a Alex Morcos, John Pfeffer, Pierre Rochard, Mat Balez, Ray Boyapati, Daniel Coleman, Patri Friedman, Ardian Tola and Michael Flaxman por sus valiosos comentarios sobre los primeros borradores de esta serie de artículos. Sanjay Mavinkurve aportó generosamente sus habilidades en diseño para crear algunos de los gráficos en las primeras partes de esta serie.

Ir a la parte:

primera | segunda | tercera

Sigue al autor en Twitter.

Agradecimientos

El original en inglés ha sido amablemente traducido por Iñigo y Carlos Beltrán.

Disclaimer

Las opiniones presentadas en este artículo y cualquier error existente, son solo mios.

Este artículo tiene fines puramente informativos No debe tomarse como una recomendación de inversión. Busque asesoramiento profesional si desea consejo sobre inversiones.

--

--